El chico que nunca llamó – Rosie Walsh

Te traigo la reseña de El chico que nunca llamó de Rosie Walsh, una novela con grandes dosis de misterio y una historia de amor que nos lleva por una montaña rusa de emociones. La autora la ha ambientado en la misma campiña inglesa donde se crió. ¡Y ha resultado ser un éxito rotundo!

Sinopsis

Toda gran historia de amor esconde un secreto…

Sarah conoce a Eddie, se enamora perdidamente y pasan juntos siete días maravillosos. Ella está convencida de que lo que hay entre ambos es amor de verdad, nunca ha estado tan segura de algo. Así que cuando Eddie le dice que debe marcharse unos días y promete llamarla desde el aeropuerto, Sarah no duda de que lo hará.

Pero Eddie no llama ese día. Ni el siguiente. Ni el otro.

Los amigos le aconsejan que lo olvide como él ha hecho y que siga adelante. Sin embargo, está convencida de que ha tenido que pasarle algo que explique su desaparición.

Y cuando decide buscarlo, abre sin saberlo una puerta cerrada desde hace mucho tiempo.

Estructura de El chico que nunca llamó

La historia tiene un total de 384 páginas dividida en tres partes y 51 capítulos numerados. Algunos son muy cortos, incluso de una sola página. Narrada a dos voces en primera persona por sus protagonistas, siendo Sarah quien narre un mayor número de capítulos. 

Impresiones sin spoilers 

Cuando vi el título del libro y la cubierta por primera vez me había imaginado que pertenecía a la literatura juvenil y la sinopsis tampoco me indicaba que estaba equivocada. Ya sabes, si me has leído otras veces, que me gusta este género y el argumento me atrajo por el planteamiento de ese misterio con la desaparición de Eddie. Pues cuando comencé su lectura me di cuenta de que no era una historia sobre adolescentes, es una historia madura y con personajes que rondan la cuarentena. De todos modos, la novela me enganchó muy pronto. 

Arranca con una protagonista muy angustiada porque ha pasado siete días maravillosos con el hombre que cree es el amor de su vida y que prometió llamarla cuando se fuese a España a pasar unos días de vacaciones pero esa llamada nunca llegó. Eddie no da señales de vida, entonces Sarah se debate entre pensar que algo grave le ha sucedido y la posibilidad de que él le haya abandonado tal y como sus amigos piensan. No obstante, ella está convencida de que algo malo le ha ocurrido porque esos días que pasó con Eddie fueron suficientes para darse cuenta de que el amor que sentían el uno por el otro era auténtico. 

La novela se desarrolla en dos líneas temporales, presente y pasado. Se alternan en capítulos donde por un lado Sarah y Eddie nos cuentan lo que están viviendo, cuáles son sus sentimientos y lo que piensan el uno del otro.

Y por otra parte, conoceremos cómo fueron esos siete días que pasaron juntos. Nos cuentan cómo se conocieron, lo que iban sintiendo y lo que hicieron durante ese tiempo.

Comienza Sarah narrando desde su perspectiva durante un buen número de capítulos hasta que Eddie toma el mando de la narración y en la recta final van alternándose más seguido.

Esta manera de contarnos la historia me pareció un gran acierto pues hace que el misterio sea mayor, que hagamos conjeturas y devoremos las páginas para descubrir qué está pasando. No puedo decirte por qué, pero existen motivos para que la autora haya elegido este modo de narración y así jugar con la mente del lector.

Sarah es una protagonista que en algunos momentos me sacó de quicio porque pareciera que tenía horchata en las venas. No decía lo que tenía que decir en situaciones claves y seguro que te ha pasado alguna vez con personajes a los que les hubieras zarandeado de haberlo podido hacer y decirles: «¡díselo ya!» o «¡hazlo!». Creo que me entiendes.

Sarah se acaba de separar de su marido, vive en Los Ángeles y vuelve a Londres, al pueblo donde se crió por unos días de vacaciones. En esos días se enamora de Eddie perdidamente pero hay fragmentos en los que me confundía porque recordaba frecuentemente a su ex marido, que además es compañero/socio de su trabajo. Debo admitir que por los primeros capítulos no pude empatizar con ella pero conforme avanza la novela logré acercarme y comprenderla mejor.

Es un personaje complicado, aunque es una mujer de éxito profesionalmente, dirige una organización para ayudar a niños enfermos con visitas de «payasos» que les hagan pasar un rato divertido, en el fondo es insegura y veremos cómo lleva el proceso de divorcio a la par que se desequilibra emocionalmente con la desaparición de Eddie. Sin embargo hace todo lo posible por descubrir la verdad y en esa búsqueda se topará con un pasado que la lleva atormentando desde hace muchos años y abrirá la puerta que la conduce a unos recuerdos muy trágicos y dolorosos. 

Las primeras cien páginas tienen un ritmo algo lento, básicamente nos encontramos con una protagonista que solo se pregunta por qué Eddie no le llama, se pregunta una y mil veces qué habrá pasado y pese a que tiene clarísimo que algo malo ha debido de ocurrirle, sus amigos llegan a meter en su mente la cuestión de que en realidad él no quiere saber nada de ella. Y esa duda le ronda en la cabeza. 

Así con este dilema la autora se entretiene bastante hasta que pasadas las cien primeras páginas el ritmo de la historia empieza a aligerarse y a volverse muy adictiva. 

Eddie me cayó muy bien desde el primer momento, me pareció un hombre divertido, sencillo y sensato. Está a cargo de su madre quien padece trastornos mentales y trabaja como ebanista. Con el tema de su desaparición, llegué a plantearme que tal vez no era el tipo de persona que yo pensaba. No podía comprender al igual que Sarah por qué de la noche a la mañana pasa totalmente de ella cuando se había mostrado tan enamorado días atrás. Cuando descubrí la verdad me quedé como este emoticono 😱 y «hasta ahí puedo leer».

Rosie Walsh construye unos personajes protagonistas maravillosamente, desde el punto de vista psicológico creo que están perfectamente perfilados ya que consigue transmitirnos la incertidumbre y los miedos de Sarah constantemente y con Eddie igualmente podemos meternos en su corazón y conocer a través de su perspectiva lo que pasa por su cabecita.

Ambos son emotivos, luchadores y en esta historia deberán tomar decisiones que pueden afectar a ellos y sus allegados. Veremos que los dos evolucionan y crecen a medida que van lentamente reconciliándose con sus respectivos pasados.

Con Eddie como narrador conoceremos por qué desaparece y qué razones hay para que se aleje de Sarah. Cómo han aparecido esas barreras y obstáculos para que los dos puedan mantener una relación sentimental. 

Con respecto a los secundarios debo decir que la autora nos habla demasiado de unos amigos de Sarah que no le encontré sentido pues no aporta nada a la trama principal. Pero bueno, siempre están ahí con Sarah y con Eddie para apoyarles. El personaje secundario con más peso en la historia y que tiene mucha fuerza es la madre de Eddie, me generó sentimientos encontrados. Por un lado comprendía su dolor y por qué tenía esos trastornos pero por otro tenía comportamientos con su hijo que no me parecieron correctos. No puedo desvelar mucho más puesto que tendría que hacer spoilers y tienes que leer por ti mismx lo que le ocurre a esta mujer. Solo decir que el pasado de Eddie es muy dramático y ésto está relacionado a su vez con su madre, que a raíz de haber aparecido Sarah en su vida se van poner las cartas boca arriba y va a provocar un caos tremendo en la psique de Eddie y más en la de la madre. 

La prosa de la autora es elegante, está muy bien cuidada, la lectura es fluida y ágil en la mayor parte de la trama y nos engancha completamente con ese misterio en torno al personaje de Eddie. El estilo que escoge Rosie Walsh para mantenernos pegados a las páginas es fascinante, nos oculta cosas para más adelante revelarlas y dejarnos ojipláticos literalmente. ¡¡Destaco que hay un giro brutal en la trama!! Me dejó, como suelo decir, flipando un rato en colores. No me lo esperaba en absoluto y como es normal, los lectores vamos creando hipótesis o teorías sobre lo que no sabemos todavía, pero es que este giro fue apoteósico. Además, la autora te hace creer cosas que no son lo que parecen y como dije antes, juega con tu mente hábilmente para sorprenderte una vez descubres la historia desde todas las perspectivas.

Rosie walsh cierra la historia fenomenalmente, atando todos los cabos y aportando más sorpresas en el final. Me pareció que el broche de la novela estuvo emocionante y fue coherente con las situaciones previas que se narran sobre uno de los personajes secundarios. 

En definitiva, El chico que nunca llamó es una historia de amor con mucho dolor, suspense y misterio. Los personajes protagonistas están bien profundizados desde todos los ángulos y son muy emotivos. La lectura es adictiva especialmente desde el grandioso giro que encontramos en la trama que me hizo devorar la novela. Se lee de forma fluida y su prosa es elegante, bastante cuidada. El final es igual de emotivo que el resto de la novela y con un cierre bien elaborado que esconde alguna sorpresita. 

Título: El chico que nunca llamó

Autora: Rosie Walsh

Editorial: DEBOLSILLO 

Nº de páginas: 384

Saga/Autoconclusivo: Autoconclusivo

Fecha de publicación: 9/5/2019

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Y entre algodones, ¡nos leemos en el próximo post! 💋